El título de este trabajo sugiere que su texto fue preparado para
que pudiera servir de ayuda al profesor novel. De hecho puede ser
útil a quien quiera que se dedique a la profesión docente.
El fenómeno fundamental que tiene lugar en las aulas es la adquisición
de conocimientos por parte del alumno. El verbo que denota
esta actividad se representa con la palabra
aprender. La contribución
del profesor consiste en conseguir que se aprenda de una
forma selectiva, con “gusto” y eficacia.
Se han de aprender unas cosas
y no otras, se ha disfrutar de lo que se hace y no se ha de perder
tiempo.
Aunque la
única actividad realmente importante es el aprender
de los alumnos, los que hablan del asunto, que son los que saben hablar,
como profesores, pedagogos, administradores y políticos, casi
siempre han examinado el proceso desde su óptica y la denominan
enseñar. Así, al proceso que tiene lugar lo llaman enseñanza. Este
punto de vista es tan acentuado que ni siquiera existe la palabra
aprendanza y ya va siendo hora que alguien la invente. La palabra
aprendizaje se usa cuando lo que se aprende es una acción como
leer, escribir, correr, nadar, etc.
En este trabajo el lector puede encontrar
70 consejos que pueden servir de ayuda al novel profesor en su labor de dirigir la aprendanza de sus alumnos, contando con
un bagaje algo más amplio que la simple intuición.