Este libro busca proporcionar elementos que contribuyan a una discusión informada y multidisciplinar sobre el impacto de las tecnologías digitales en el desarrollo de habilidades comunicativas y de lectura de los bebés y los niños en edad preescolar.
Tratándose de un asunto de primera importancia, no solo en el ámbito educativo y de las prácticas de lectura, sino también de la salud, dados sus posibles efectos en el bienestar físico y emocional de los niños, es necesario enfatizar en la necesidad de basar la discusión en las recomendaciones emitidas al respecto por varias de las asociaciones pediátricas con mayor reconocimiento internacional, tales como la Academia Estadounidense de Pediatría (aap, por sus siglas en inglés). En sus recomendaciones de 2016 sobre el uso de tecnologías digitales en la infancia, la aap desaconseja cualquier contacto con pantallas para los niños menores de 18 meses de edad y, para los menores de 5 años, establece la conveniencia de limitar a una hora diaria, como máximo, el uso de computadoras y dispositivos móviles con acceso a la red, únicamente para acceder a contenidos educativos y siempre con la mediación de los adultos.
Por su parte, la guía para padres y profesionales de la salud del Royal College of Paedriatrics and Child Health, del Reino Unido, recomienda restringir el contacto con las TIC durante los primeros años de vida y privilegiar otras actividades que resultan indispensables para el desarrollo en la primera infancia, como las tareas manuales y al aire libre, las rutinas de sueño adecuadas, así como las interacciones con el medio y el contacto directo con los adultos y con otros niños.
Los artículos que conforman esta publicación, que se enmarcan en estas recomendaciones médicas para prevenir los potenciales prejuicios de las tecnologías digitales en el desarrollo de los niños, presentan diversos postulados teóricos y científicos, y dan cuenta de las eventuales limitaciones, ventajas y posibilidades del uso de dispositivos electrónicos y contenidos digitales como herramienta de acceso por parte de los niños más pequeños a la cultura escrita.
Desde una diversidad de enfoques y disciplinas, sus autores señalan las implicaciones que tiene el contacto temprano de los niños con las nuevas tecnologías para su salud, su seguridad y su formación como lectores. También, enfatizan en el rol fundamental que frente a este tema deben cumplir a los padres de familia, educadores y otros mediadores, como responsables de considerar los riesgos, seleccionar contenidos adecuados para los pequeños y acompañarlos permanentemente en su aproximación a las tecnologías digitales, las cuales, debido justamente a las múltiples posibilidades que ofrece su uso, distan mucho de ser un divertimento inocuo para los menores de 6 años de edad.